Hablar de la relación existente entre la ciudad, nuestro entorno, y la ciudadanía parece sencillo a primera vista, pero creo que como estudiantes universitarios debiera ser un tema recurrente independientemente de lo que estudiemos. Y es que la manera de ver el mundo, de afrontarlo, resulta alarmante al pensar por ejemplo en las tendencias que tan fácilmente adoptan los jóvenes, sin pensar, sin meditar en el modo que eligen para mostrarse a sus pares. Y es que esa somnolencia del pensamiento hace que la libertad ya no sea tal, porque creo firmemente que la libertad está basada en el análisis de nuestras posibilidades, en la capacidad de darnos cuenta de cuáles son los pro y los contra de cada decisión que tomamos. Menciono esto porque creo que es imposible que una opinión sea seria y comprometida si no se basa en un análisis previo de las materias que traten desde distintos puntos de vista las variables que intervienen en la formación de las distintas muestras de cultura, tanto las positivas como las negativas.
Sin duda que cualquier análisis de nuestra ciudad estará visto desde el punto de vista de la tendencia ideológica en que estamos inmersos, en este caso, desde el punto de vista del postmodernismo. Aquí resulta dramático pensar en las tentativas de Gui Bonsiepe por ejemplo de crear un diseño social si se considera que actualmente la producción en todo ámbito de cosas no está siendo analizada desde un punto de vista global, sino mas bien desde un punto de vista parcial que apunta en la gran mayoría de los casos a criterios económicos o estéticos que no contribuyen a formar una identidad de la cual podamos sentirnos orgullosos. Si bien negativa que la económica. Esto porque se extiende a todo ámbito de cosas, es el sinónimo con el cual definiría al postmodernismo. Ya no importa si lo que hacemos tanto como sociedad, así como individualmente nos representa, solo importa cuál es la apariencia resultante en todo lo que hacemos. No importa si el trabajo que le entrego al profesor es el resultado de un análisis profundo, lo que importa es averiguar cuál es el criterio o el gusto del profesor para desde ese momento en adelante solo producir en esa línea.
Este fenómeno según mi opinión, es el resultado de la influencia que ha tenido en nosotros, el ritmo cada vez mas dinámico en que se mueve el mundo entero, Simplemente es tanta la información que recibimos que pareciera no haber tiempo para analizarla, porque al hacerlo pareciera que nos estamos rezagando. El fenómeno de la alienación del individuo del que habla Canclini parece afectarnos a todos en cierta medida al observar nuestra ciudad que cada día se llena de edificios más altos, de gigantografias que invaden las fachadas de los mismos, de fusiones multimillonarias que hacen parecer a los pequeños negocios de barrio una hormiga en el camino de un elefante.
Para concluir, quisiera hacerlo recordando una definición que Umberto Eco hace de dos posturas principales que distinguen a los teóricos de las distintas aéreas del saber (en este caso las sociales): Los apocalípticos frente a los integrados. Transportando su análisis a la realidad Chilena creo que resultaría difícil e incluso irresponsable considerar un punto de vista “integrado” para ver nuestros problemas, ya que ello solo nos llevaría a la complacencia y la conformidad, más bien necesitamos de criticas sin tapujos frente a las circunstancias que están haciendo que nuestra sociedad no funcione mejor, tal y como El sociólogo Pablo Huneeus lo hiciera en los años `80.
Sin duda que cualquier análisis de nuestra ciudad estará visto desde el punto de vista de la tendencia ideológica en que estamos inmersos, en este caso, desde el punto de vista del postmodernismo. Aquí resulta dramático pensar en las tentativas de Gui Bonsiepe por ejemplo de crear un diseño social si se considera que actualmente la producción en todo ámbito de cosas no está siendo analizada desde un punto de vista global, sino mas bien desde un punto de vista parcial que apunta en la gran mayoría de los casos a criterios económicos o estéticos que no contribuyen a formar una identidad de la cual podamos sentirnos orgullosos. Si bien negativa que la económica. Esto porque se extiende a todo ámbito de cosas, es el sinónimo con el cual definiría al postmodernismo. Ya no importa si lo que hacemos tanto como sociedad, así como individualmente nos representa, solo importa cuál es la apariencia resultante en todo lo que hacemos. No importa si el trabajo que le entrego al profesor es el resultado de un análisis profundo, lo que importa es averiguar cuál es el criterio o el gusto del profesor para desde ese momento en adelante solo producir en esa línea.
Este fenómeno según mi opinión, es el resultado de la influencia que ha tenido en nosotros, el ritmo cada vez mas dinámico en que se mueve el mundo entero, Simplemente es tanta la información que recibimos que pareciera no haber tiempo para analizarla, porque al hacerlo pareciera que nos estamos rezagando. El fenómeno de la alienación del individuo del que habla Canclini parece afectarnos a todos en cierta medida al observar nuestra ciudad que cada día se llena de edificios más altos, de gigantografias que invaden las fachadas de los mismos, de fusiones multimillonarias que hacen parecer a los pequeños negocios de barrio una hormiga en el camino de un elefante.
Para concluir, quisiera hacerlo recordando una definición que Umberto Eco hace de dos posturas principales que distinguen a los teóricos de las distintas aéreas del saber (en este caso las sociales): Los apocalípticos frente a los integrados. Transportando su análisis a la realidad Chilena creo que resultaría difícil e incluso irresponsable considerar un punto de vista “integrado” para ver nuestros problemas, ya que ello solo nos llevaría a la complacencia y la conformidad, más bien necesitamos de criticas sin tapujos frente a las circunstancias que están haciendo que nuestra sociedad no funcione mejor, tal y como El sociólogo Pablo Huneeus lo hiciera en los años `80.
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